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Chapter 63 - Capítulo 63 - Crueldad (Parte 1)

Dentro de la Cordillera de Bestias Mágicas, al costado de un manantial, Linley vendó sus heridas mientras comenzaba a absorber la esencia elemental de la tierra para curar sus heridas. La siempre benevolente Madre Tierra era amable y desinteresada. De pie en la tierra, Linley sintió que sus heridas se curaban lentamente, llenando su corazón con paz.

En ese punto, Linley ya había intercambiado mochilas. Su mochila, en términos tanto de calidad del cuero y calidad de la artesanía, era muy inferior a la del asesino. Además, la mochila del asesino tenía un interior el cuál estaba meticulosamente ordenado. Una vez que el cierre estuviese puesto, todos los objetos dentro de la mochila podían ser asegurados con rapidez, y la mochila en sí misma no impedía el movimiento en lo más mínimo. Y esa daga negra del asesino también era extremadamente afilada, Linley encontró que era muy fácil blandirla.

*¡Whoosh!*

Con un parpadeo, el cuerpo de Linley se movió, y de repente desapareció en los bosques de las montañas. Linley ni siquiera se molestó en prestar atención a las bestias mágicas de primer y segundo rango. Lo más que más comúnmente se veía eran las bestias de tercer y cuarto rango. Pero si se encontraba una bestia mágica de quinto rango, Linley tenía la confianza de al menos darle una buena pelea.

Mientras iba más y más profundo en las montañas, Linley pasó por una batalla sangrienta y cruel tras otra. Experimentó muchas emboscadas e intentos de asesinato. Después de todas esas batallas, las heridas y cicatrices en el cuerpo de Linley se hicieron más y más densas, mientras el espíritu de Linley se hacía más y más tenaz.

Esas batallas de vida o muerte causaron que la mente de Linley se volviese más dura, y sus acciones se volvieron inmisericordias.

En un abrir y cerrar de ojos, un mes había pasado desde que Linley entró en la Cordillera de las Bestias Mágicas.

...…

Un mes después, en la cima de un gran árbol al costado de un manantial.

Había una gran cicatriz en el lado izquierdo de su rostro. La espalda de Linley estaba arqueada, e incluso estaba escondido encima de un árbol como una pantera esperando emboscar a alguien.

En ese momento, Linley estaba escondido en el medio de muchas hojas, mirando directo al suelo. Justo a unas cuantas docenas de pies de distancia del árbol en el cual Linley estaba escondido había un pequeño arroyo, y bebiendo agua del arroyo había un poderoso 'Cerdo de Guerra Sangriento'. Un cuerno color sangre yacía sobre la nariz de ese Cerdo de Guerra Sangriento, y sus músculos sobresalían a través de su cuerpo, como las retorcidas raíces de un árbol.

Cerdo de Guerra Sangriento, una bestia mágica de quinto rango, ¡de elemento fuego!

—Ese Cerdo de Guerra Sangriento tiene una piel dura y gruesa. Sus habilidades defensivas son extremadamente fuertes. Probablemente, la habilidad Lanzas de Tierra no será capaz de penetrar su piel.

Linley tuvo una revelación repentina, y comenzó a formular un plan. De inmediato, sus labios comenzaron a moverse ligeramente mientras comenzaba a recitar el hechizo silenciosamente. Lentamente, la esencia elemental de viento alrededor de Linley comenzó a arremolinarse sobre él, formando una azulada y transluciente jabalina frente a él. La punta de la transluciente jabalina tenía ráfagas de viento fluyendo sobre ella.

Magia de tipo viento de quinto rango - ¡Aullido de Viento!

*¡Swish!*

Un sonido perforante se pudo escuchar mientras la jabalina del Aullido de Viento se disparaba hacia abajo a una velocidad terrorífica. Al mismo tiempo, Linley bajó del árbol saltando desde la copa, llevando la misma velocidad que la lanza.

Al escuchar el ruido, el Cerdo de Guerra Sangriento dejó de beber agua y miró hacia arriba, pero la jabalina del Aullido de Viento simplemente era muy rápida, En un abrir y cerrar de ojos, atravesó la distancia y ya estaba a solo unos cuantos metros del Cerdo de Guerra. La velocidad de la jabalina era terroríficamente rápida, y su punta estaba cubierta con ráfagas de viento.

—¡Grrr!

El Cerdo de Guerra Sangriento soltó un aullido furioso, y usó el cuerno sobre su nariz para golpear viciosamente la jabalina.

*¡Crash!*

La jabalina formada del hechizo Aullido de Viento chocó directamente contra el cuerno del Cerdo de Guerra Sangriento. La jabalina del Aullido de Viento de inmediato se disipó, pero al mismo tiempo, después de tomar un golpe de un hechizo de quinto rango, el Cerdo de Guerra Sangriento no pudo evitar doblar las rodillas por la fuerza del golpe, mientras se formaba una cicatriz sangrienta en su frente.

*¡Whoosh!*

Antes de que el Cerdo de Guerra Sangriento tuviese una oportunidad para reaccionar, justo detrás de la jabalina del Aullido de Viento estaba Linley, que, con todo su poder, golpeó el centro de la cabeza del Cerdo de Guerra con su recién adquirida daga negra. La daga penetró directamente el cráneo del Cerdo de Guerra, y cuando lo hizo, Linley esquivó de inmediato.

*¡Roar!*

Habiendo sido apuñalado en un punto vital, el Cerdo de Guerra Sangriento rugió con furia. Las llamas comenzaron a elevarse de su cuerpo, y también comenzó a cargar hacia adelante sin importarle nada. Pero después de correr unas cuantas docenas de metros, colapsó. Sus cuatro piernas temblaron unas cuantas veces antes de detenerse, y todo el fuego en su cuerpo también comenzó a extinguirse.

—Entre las bestias mágicas de quinto rango, al igual que el Toro de Hierro Vampírico, el Cerdo de Guerra Sangriento es considerado una bestia de baja inteligencia.

Linley caminó hacia el cadáver del Cerdo de Guerra, sacó su daga, y removió el núcleo de cristal mágico desde dentro del cadáver del Cerdo de Guerra.

Pensando en su vida reciente en la Cordillera de las Bestias Mágicas, Linley no pudo evitar sino admirarse a sí mismo ya que a pesar de que era un mago de quinto rango y un guerrero de cuarto rango, su actual habilidad de combate se había incrementado tremendamente comparado a cuando había entrado por primera vez a las montañas.

Después de múltiples peleas de vida o muerte, su cuerpo estaba cubierto con cicatrices las cuales simbolizaban las dolorosas lecciones aprendidas en ese mes.

Especialmente…

En su pecho, había una herida extremadamente horrible. En esa ocasión, él realmente estuvo en las puertas de la muerte. Al final, fue el pequeño Ratón de las Sombras el que salvó el día una vez más.

Esa herida no fue causada por una bestia mágica. Fue causada por una extremadamente adorable chica.

—En ese momento, realmente confié en ella. Creí que sus amigos habían sido asesinados, y que la única que quedaba era ella, herida y sola.

Pensando en los eventos de hace dos semanas, Linley sintió una vez más una puñalada de terror. Esa chica parecía tan amable y tan pura.

Cuando Linley la descubrió, tres hombres y una chica habían muerto. Solo ella quedaba, llena con terror.

Linley no pudo evitar consolarla, ayudarla, cuidar de ella. Esa chica pareció sufrir un enorme golpe mental. Cada noche, ella insistía en que Linley la sostuviese en sus brazos, ya que solo en los brazos de Linley ella se sentía lo suficientemente segura como para dormir. Cada noche, al ver la pacífica mirada en su rostro mientras ella dormía, Linley sentía alegría en su corazón. Tres días pasaron de tal manera. En la cuarta noche, ella durmió tranquilamente en el pecho de Linley una vez más.

Pero de repente, esa adorable chica sacó una daga y apuñalo directamente el pecho de Linley, atrapándolo con la guardia baja.

Y entonces, el furioso Bebe, bizarramente se duplicó en tamaño. Sus enormes fauces mordieron la cabeza de la chica de una sola mordida, e inmediatamente la asesinó. Y luego, Bebe regresó a su tamaño normal.

Pero Linley no pudo detener el flujo de sangre de la herida profunda en su pecho. Al final, el pequeño Ratón de las Sombras, Bebe, fue forzado a usar alguna técnica especial de tipo oscuridad para cerrar la herida.

—En ese momento, debí haber escuchado el consejo del Abuelo Doehring. Me faltó experiencia —pensó Linley para sí mismo y suspiró. Originalmente, Doehring Cowart le había advertido muchas veces sobre la chica. Al final, sintiendo que Linley estaba ayudando tercamente a la 'desesperanzada' chica, no hubo nada que Doehring Cowart pudiese hacer. Pero aun así intentó decirle que incluso si iba a ayudarla, absolutamente no le permitiese que se le acercara.

Pero en esa ocasión, la chica estaba extremadamente 'aterrorizada', y no fue capaz de caer dormida sin que Linley la sostuviese en sus brazos. Al final, a fin de confortarla, Linley la sostuvo en sus brazos, y ambos se fueron a dormir.

—Realmente no esperé que sus habilidades para la actuación fuesen tan buenas. La traté muy bien, pero ella pudo ser tan inmisericordia hacia mí.

Linley suspiró en su corazón. Cuando esa chica lo había apuñalado en el pecho, él había visto la mirada viciosa en sus ojos, y su corazón se volvió frío.

¿Qué causó que esa chica fuese tan cruel e inmisericordia?

¿Podría ser que a pesar de que él la cuidó por tres días, ella no había sido conmovida en lo más mínimo?

—Afortunadamente, gracias a las advertencias constantes del Abuelo Doehring, no revelé las verdaderas habilidades de Bebe.

Linley no pudo evitar admitir que su vida había sido preservada gracias a Doehring Cowart y a Bebe.

—Linley, ¿en qué estás pensando? ¿Estás pensando en esa chica otra vez?

Doehring Cowart apareció al costado de Linley y preguntó.

Al ver la mirada en el rostro de Linley, Doehring Cowart había supuesto lo que él estaba pensando. Esa apuñalada proveniente de la chica había herido a Linley profundamente, no solo en la carne, sino también en su corazón. Desde ese día en adelante, Linley ya no confiaría en otros con facilidad.

Desde el inicio, Doehring Cowart había sentido que había un problema con la chica. ¿Cómo alguien con el coraje para entrar en la Cordillera de las Bestias Mágicas estaría tan desconcertada y confundida al ver muertes?

Desafortunadamente, aun así Linley fue convencido por la actuación de la chica, y realmente sintió que la chica era muy 'lamentable'.

—Linley, las habilidades de actuación de esa chica no eran nada. En mis tiempos, en el Imperio Pouant, vi muchos complots de países enemigos, complots los cuales envolvían décadas de engaños y mentiras las cuales fueron totalmente indetectables. Sus habilidades de actuación estaban más allá de tu comprensión —Doehring Cowart sonrió débilmente mientras hablaba—. Recuerda, no bajes fácilmente tu guardia cuando trates con un extraño.

Linley asintió ligeramente.

—¡Squeak, squeak! —el pequeño Ratón de las Sombras, Bebe, comenzó a llamar a Linley.

Linley lo observó.

En ese momento, el pequeño Ratón de las Sombras estaba saltando de arriba hacia abajo sobre el cadáver del Cerdo de Guerra.

—Jefe, ¿cuándo vamos a ir al área central de la Cordillera de las Bestias Mágicas? —Bebe habló mentalmente con Linley en un tono un tanto en descontento—. En esta área, las criaturas más fuertes que podemos encontrar son bestias mágicas de sexto rango. No sirven ni para calentar. ¡Quiero retar bestias mágicas de séptimo rango, jefe!

Linley miró al pequeño Ratón de las Sombras y dijo: —Basta. No seas tan presumido. ¿Estás alardeando de que las bestias mágicas de sexto rango son muy fáciles? ¿Recuerdas a ese Halcón Viento Azul del otro día? ¿Había algo que pudieses hacerle?

—¡No fue mi culpa! —Bebe frotó su cabeza con sus pequeñas patas conforme decía en descontento—. Jefe, lo viste por ti mismo. Ese Halcón Viento Azul se quedó en el cielo y rechazo bajar. Solo se mantenía lanzando Cuchillas de Viento hacia nosotros, como si no le costaran algo de fuerza mágica. No puedo dejar que me ataque sin fin, ¿no es así?

Linley rio.

En el curso del pasado mes, Linley se había vuelto muy familiar con las habilidades del pequeño Ratón de las Sombras. En términos de velocidad Bebe había llegado a un nivel terrorífico. Pero debido a que era físicamente pequeño y solo tenía sus garras y dientes como armas ofensivas, a pesar de que Bebe era capaz de tratar con las bestias mágicas de sexto rango, probablemente encontraría difícil tratar con una bestia mágica de séptimo rango.

Justo en ese momento, Linley frunció el ceño de repente. Cautelosamente giró y vio la silueta borrosa de un humano que pasaba por el yermo.