Dentro de los incontables picos de la Cordillera de las Bestias Mágicas había innumerables árboles perennes y bosques que hacían el viaje a través de la cadena de montañas muy difícil. Lo que lo hacía aún más difícil era la constante necesidad de pasar a través de un pico o barranco tras otro, o tal vez dar una vuelta.
—Cuando viajes dentro de la Cordillera de las Bestias Mágicas, no hagas un camino a través de las espinas y los arbustos. Es mejor tomar un camino alterno.
Doehring Cowart continuaba proveyendo el beneficio de su experiencia a Linley.
Linley escuchaba cuidadosamente mientras hacía su camino.
—Recuerda, el más grande error que puedes hacer en la Cordillera de las Bestias Mágicas es hacer ruido constantemente. Eso causará que muchas bestias mágicas te pongan atención. Incluso si eres forzado hacer ruido necesitarás dejar el área de inmediato —continuó—. Recuerda, si estás herido, debes hacer tu mejor esfuerzo para detener el sangrado inmediatamente. El hedor de la sangre atraerá a las bestias. Las narices de las bestias mágicas son mucho más sensibles que las de nosotros los humanos.
Linley asintió.
Las masivas copas de los incontables árboles cubrían todo el cielo. Observándolos, Linley estaba recordando una información que había leído de los libros en el Instituto Ernst. En un lugar así, donde incluso el sol era completamente bloqueado, uno tenía que aprender a distinguir el Norte, Sur, Este y Oeste.
Tan ágil como un mono, Linley saltó pasando una serie de desordenadas raíces de árboles y enredaderas, pero mientras pasaba…
—Whoah.
Aspiró un aliento frío ya que vio algo no muy lejos.
Los cadáveres de tres hombres y dos mujeres estaban a unas cuantas docenas de metros de distancia de él. Los cinco cadáveres aún no estaban muy podridos, pero las marcas de mordidas en ellos eran muy visibles. Todos los cadáveres habían sido desmembrados. Al cuerpo de un hombre le faltaba la mitad de una pierna, y había un hoyo gigante en su estómago, con sus intestinos cortados esparcidos por todo el lugar. La mitad de la cabeza del cadáver de una mujer había sido comida, dejando atrás un solo ojo y un cráneo blanco con unas hebras de cabello aún en él.
El rostro de Linley se tornó pálido y olvidó respirar.
—Deben haber muerto hacer tres o cuatro días.
Doehring Cowart apareció al costado de Linley, inspeccionando cuidadosamente los cadáveres. Su rostro aún estaba muy calmado. Dijo: —Linley, observa de cerca. En el pecho de cada persona hay heridas iguales. Si mi suposición es correcta, estos cinco cadáveres debieron haber sido asesinados por humanos, y lo más probable es que haya sido por la misma persona.
Linley estaba estupefacto.
—Abuelo Doehring, ¿estás diciendo que una persona los mató?
Linley observó sorprendido a Doehring Cowart.
Doehring Cowart sonrió con calma.
—Linley, esta es tu primera vez visitando la Cordillera de las Bestias Mágicas. Una vez que estés aquí por un poco más de tiempo, te darás cuenta que, en la Cordillera de las Bestias Mágicas, además de tratar con los ataques de las bestias, también tienes que defenderte de los ataques de otros humanos.
—¿Los ataques de humanos? ¿Por qué otros humanos atacarían?
Linley sentía que un poco de furia comenzaba a crecer en su corazón.
En la Cordillera de las Bestias Mágicas, los monstruos locales ya tenían una enorme ventaja basados en sus incontables números. No esperaba que los humanos luchasen entre ellos mismos también, en lugar de ayudarse entre sí.
—Eso es muy normal. ¿Por qué un humano entraría en la Cordillera de las Bestias Mágicas? La mayoría viene con la esperanza de adquirir núcleos de cristal mágico. Si ellos matan una bestia mágica, solo adquirirían un núcleo, pero si ellos matasen a un ser humano, esa persona podría tener muchos núcleos de cristal mágico en sus mochilas, e incluso algunas cosas más.
Doehring Cowart acarició su barba blanca.
Linley finalmente lo entendió.
¡Avaricia!
Era todo debido a la avaricia. Algunas personas aquí querían adquirir un gran número de núcleos de cristal mágico con facilidad, y de hecho, matar a otro ser humano era una buena forma de obtenerlos.
—Linley, debes ser cuidadoso. Basado en lo que veo, la persona que mató a estos cinco debe poseer una habilidad asombrosa. Si observas de cerca las ropas, podrás ver que cuatro de ellos eran guerreros, mientras que el otro era un mago. Pero los cinco fueron asesinados casi al mismo tiempo por un golpe directo al corazón. La despiadada precisión de ese asalto es escalofriante. Sin embargo, ya que no sabemos cuan fuertes eran esas cinco personas, es difícil estimar la fuerza de su atacante —Doehring Cowart frunció el ceño—. Pero esas cinco personas eran capaces y estaban dispuestas a desafiar los peligros de la Cordillera de las Bestias Mágica, lo que sugiere que no eran débiles. Solo por eso, podemos asegurar que la persona que los mató es, al menos, no más débil que tú.
Linley dio unos pasos hacia adelante para ver de cerca y luego asintió.
Los golpes fueron limpios y directos.
—Este es solo el perímetro exterior de la cordillera. Apúrate en entrar.
Doehring Cowart rio.
Linley asintió, luego continuó su viaje yendo más profundo en la Cordillera de la Bestias Mágicas. En su viaje, el avistamiento tanto de cadáveres de hombres como de monstruos se volvió muy común, también habían armas oxidadas. Linley ocasionalmente se encontraba monstruos débiles.
Caída la noche, Linley y el pequeño Ratón de las Sombras estaban descansando mientras cada uno mordía una pierna de jabalí. Linley estaba sentado en la tierra, mientras el pequeño Ratón de las Sombras estaba sentado en su hombro.
—En la noche, uno no puede prender una fogata en la Cordillera de las Bestias Mágicas — instruyó Doehring Cowart una vez más.
—Entiendo, abuelo Doehring.
Linley sabía un poco sobre lo básico de la supervivencia allí. Ese lugar no era un yerno ordinario, y las bestias allí no estaban asustadas del fuego.
Sentado en la tierra, Linley se calmó a sí mismo y cerró sus ojos, mientras comenzaba a sentir el flujo de la esencia de la tierra y del viento alrededor de él. El sentimiento de la esencia elemental a su alrededor era parecido al sentimiento de ser abrazado por los padres de uno.
Debido a su excepcional afinidad con la esencia de la tierra y del viento, Linley podía sentirlas con claridad.
—El pulso de la Tierra. El Flujo del Viento.
Una sonrisa pacífica yacía en el rostro de Linley, mientras él comenzaba a caer dormido. Linley tenía total confianza de que cualquier temblor en la tierra causado por algo acercándose, o algún disturbio en el viento causado por algo moviéndose rápidamente hacia él, lo despertaría de inmediato.
Esas eran las habilidades que poseía al ser un mago de viento y tierra.
La noche lentamente se hizo más oscura. Encorvado en frente de Linley, el pequeño Ratón de las Sombras 'Bebe' también comenzó a emitir ronquidos extremadamente ligeros y tranquilos. El viento de la noche también se volvió más frío, pero en ese momento, era verano en la Cordillera de las Bestias Mágicas. Solo de noche se sentía un frío refrescante. En el día, se sentía insoportablemente caluroso.
Tarde en la noche. Todo era oscuridad.
*Rustle* *Rustle*
Los suaves sonidos de algo crujiendo contra la hierba pudieron ser escuchados.
Un par de poderosos Lobos de Viento con un pelaje de brillo azul estaban paseando dentro del bosque. Unos ojos estaban inspeccionando cuidadosamente sus alrededores mientras sus poderosas extremidades acechaban silenciosamente a través del terreno.
Sus crueles dientes blancos brillaban en la noche con una luz fría.