Después de que Linley comprase las diez amatistas, dejó el mostrador de ventas, dirigiéndose hacia un mostrador lejano. Ese mostrador de ventas era muy grande, y tenía todo tipo de artículos en exhibición. Los espectadores del mostrador de ventas también eran bastante numerosos. Muchos estaban gastando dinero para comprar cosas.
Ese lugar era donde los artefactos defensivos estaban siendo vendidos.
—Linley, ¿quieres comprar un artefacto defensivo?
Delia miró a Linley, perpleja.
—No lo necesito —rio mientras la miraba—. Delia, tu armadura defensiva es sólo de nivel Semidiós. Es demasiado débil. Vamos a comprar una armadura de nivel Dios.
Ya que se estaban preparando para unirse al examen de Demonio, tenían que aumentar la fuerza de todos.
La fuerza, además del poder personal, también incluía sus artefactos divinos.