—¿Quién acaba de convertirse en una Deidad?
Linley de repente pensó en múltiples posibilidades.
—Espero que no sea un Santo de los planos foráneos —dijo Desri en voz baja.
Escuchando las palabras de Desri, Linley también asintió. En el continente Yulan, las Deidades nativas ya eran la minoría. Si esa persona que acababa de convertirse en una Deidad también era una de las Deidades forasteras...
Entonces su situación sería aún peor.
—Desri, ven. Vamos a echar un vistazo y veamos quien se ha convertido en una Deidad —dijo Linley.
Desri dudó, pero luego también rio.
—Cierto. Vamos a echar un vistazo y ver quién fue el afortunado en volverse una Deidad.
Con respecto a los Semidioses que habían llegado a ese nivel miles o decenas de miles de años atrás, ellos todavía estaban un poco preocupados, pero no estaban muy temerosos de nuevas Deidades.
Linley y Desri inmediatamente volaron hacia el Norte a alta velocidad.