¿Qué hacer?
Todos los Santos estaban reflexionando esa pregunta. La situación era clara. Ese gas negro no podía ser tocado en absoluto. Tocarlo significaba la muerte.
—Incluso Eddins no fue capaz de soportarlo ni por un momento. Tal vez ni siquiera yo sería capaz de mantenerme un segundo.
Linley sabía muy bien que esa bestia divina, 'Serpiente Ba', era un Dios completo. El gas que exhalaba llevaba sólo el más mínimo indicio de su poder, pero el poder de un Dios, aunque fuese un indicio... no era algo que esos Santos pudiesen soportar.
De repente…
Tres personas fueron simultáneamente hacia la puerta de acceso al segundo piso. Claramente, querían volver.
—¿Se rindieron?
Linley los miró.
Esas personas estaban regresando a la segunda planta. Claramente, estaban dejando esa oportunidad y se preparaban para estar en el segundo piso por los diez años completos. Después de diez años, dejarían la Necrópolis de los Dioses.