Linley se fue tranquilamente, regresando a su propia mansión.
En el camino de vuelta desde la residencia de Clayde a la suya, el rostro de Linley era una máscara de infelicidad. Esas noticias que acababa de recibir habían hecho que Linley pensase que las cosas serían mucho más difíciles ahora.
—Linley. ¿A qué decisión has llegado?
Doehring Cowart apareció desde dentro del Anillo Dragón Enroscado.
Ya había cierta de distancia entre la residencia de Linley y la mansión de Clayde. Doehring Cowart, ese fantasma de un combatiente de nivel Santo en la fase pico de cinco mil años de edad, no temía que Lord Fallen Leaf lo viese.
—¿Yo?
Linley apretó sus puños y dijo: —Resistir. Solo puedo resistir y esperar.
Doehring Cowart asintió con satisfacción. Él había visto cada paso del viaje y crecimiento de Linley. Doehring Cowart sentía afecto y amor por Linley como si él fuese su propio nieto.