En un patio alejado dentro de palacio, los miembros más importantes del clan real de Fenlai estaban reunidos, incluyendo a Clayde, sus esposas, y sus muchos hijos.
—Toda la Ciudad de Fenlai está repleta de bestias mágicas. Nosotros definitivamente no podemos viajar juntos en un gran grupo, ya que atraería a algunas extremadamente poderosas bestias mágicas —dijo Clayde solemnemente. Ese razonamiento era algo que todos entendían, y era la razón de por qué el Director Maia y Monroe Dawson estaban viajando en pequeños convoyes.
Convoyes de pocas docenas de personas estaban en toda la Ciudad de Fenlai, y no eran remarcables en lo absoluto.
Pero un convoy de muchos cientos de personas atraería la atención de bestias mágicas de noveno rango, y tal vez incluso resultaría en un ataque de una bestia mágica de nivel Santo.
La cosa más peligrosa que uno podía hacer ahora era atraer la atención de las bestias mágicas.