Linley estuvo en silencio por un tiempo, luego sonrió y asintió apologéticamente a Yale.
—Jefe Yale, lamento la molestia.
—No es ninguna molestia —Yale rio—. Es solo enviar a alguien a hacer una entrega. No es un gran problema. Nuestro Conglomerado Dawson a menudo envía personas a entregar cartas a los cuarteles generales. Tendremos muchas cosas en ese viaje.
Linley asintió.
—Tercer hermano —la voz de Yale se tornó solemne a medida que observaba a Linley—. Dime la verdad. ¿Por qué estás tan apurado en obtener esas hierbas?
Si fuese alguien más preguntándole, Linley podría mentir y clamar que estaba usándolas para hacer una loción médica la cual lo ayudaría a incrementar la velocidad a la cual su cuerpo ganaba fuerza. Después de todo, se escuchaba que bañarse en aguas medicinales era parte del entrenamiento. Pero en frente de uno de sus hermanos, Linley no deseó mentir.