—Caballero Doku púrpura —gritó Luo Feng. Él odiaba el hecho de que su plan había fallado. Ahora estaba en problemas.
Agachó la cabeza para expresar respeto y dijo: —Bienvenida, caballero Doku púrpura.
—Desgraciado, realmente eres impresionante —dijo ella mirándolo con una sonrisa elusiva—. Lograste engañar al otro caballero y hacerle perder el tiempo.
—No importa, no pude escapar de ti —dijo Luo Feng sacudiendo la cabeza, después de eso, la miró curioso—. Me pregunto si puedes explicarme cómo lograste encontrarme después de que huya del caballero verde.
Ella lo miró curiosa, no esperaba que el genio detrás del robo de esa inútil tableta de metal negro hable con ella tan casualmente. Era casi como si estuviera hablando con un mayor, ¿acaso no estaba preocupado? ¿No le preocupaba morir? ¿No le preocupaba convertirse en esclavo espiritual?
—Caballero púrpura —le dijo a Luo Feng que miraba hacia abajo—. ¿No temes que te mate o esclavice?