Dos sombras estaban actualmente de pie sobre el caótico techo del mercado familiar. Esas sombras eran precisamente Espada Sombra Wang Tong y Fuerza de Oso Li Kan.
—Hermano Wang, no puedo creer que se hayan aprovechado de nosotros esta vez —la voz de Li Kan era extremadamente profunda—. Como el dragón acorazado de acero acaba de poner un huevo, un luchador sumamente hábil debe haber robado el huevo mientras nosotros luchábamos contra el dragón acorazado de acero. ¡Fue por eso que ese dragón se volvió loco!
—En efecto, la ciudad también está vacía. No hay nada aquí—asintió Wang Tong. Cuando llegaron, ya habían chequeado los alrededores.