Estruendo… se escuchó un estruendo proveniente del enorme remolino.
Dentro del remolino, la estrella sellada daba vueltas y subiendo más y más lento, casi como si algo la detuviera.
—Tantas estrellas selladas.
—Debe haber miles de ellas.
—¡Uau!
Las voces sonaban sorprendidas.
Alrededor del enorme remolido, estrellas selladas giraban y flotaban. Cada una de ella con diámetros entre 9.000 kilómetros y 90.000 kilómetros. De una mirada se podían ver miles de ellas moverse gradualmente, todas giraban alrededor del centro del remolido. La estrella sellada que subía era la más brillante del grupo. Esta escena inmediatamente hizo que los más de 100.000 inmortales pierdan la cabeza.
—Muchos ya perdieron la paciencia —dijo Luo Feng mirando.
—Yang —dijo Tian Chen a su lado—. ¿Quieres la estrella? No me digas que no la quieres.