Dentro de la sala de control, Qiu Chi Ka y los otros guerreros miraban la escena nerviosos.
—Vayan y mueran, sería mejor que peleen y se maten entre sí —dijo el maestro divino Pu Air, mirando la proyección.
—Miren con cuidado, observen las movidas que tienen —enfatizó Qiu Chi Ka—. A pesar de que todos somos emperadores, hemos estado escondidos por tanto tiempo que nunca peleamos contra otros emperadores. Y estos invasores han estado peleando tanto tiempo… tenemos que observarlos y ganar experiencia descubriendo sus cartas de triunfo. Tenemos que obtener las herencias y la sala del tesoro. Los planes no serán suficientes, dependemos también de nuestra fuerza.
—Sí, maestro.
—Hm.
Los otros tres asintieron.
Ellos ya estaban preparados para pelear hasta morir. Esta batalla determinaría el crecimiento de toda su raza.
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Dentro de la primera sala del tesoro.
