La bestia dorada con cuernos, que era como una enorme montaña negra, extendía lentamente sus alas escamadas. Simultáneamente, un cambio sorprendente comenzó a suceder en todo su cuerpo a medida que grandes cantidades de niebla dorada descendían desde los cielos hacia abajo, cubriendo toda la superficie a escala de la bestia.
A medida que su cuerpo continuaba absorbiéndolo, se podía ver a simple vista a medida que las densas escamas negras aumentaban de tamaño. ¡Sus huesos también se hicieron más gruesos y más grandes, incluso más condensados! ¡Sus garras se hicieron más fuertes y afiladas! Como una armadura que cubría todo su cuerpo, los grabados dorados crecieron junto con el cuerpo.