El sudor comenzó a aparecer desde la frente de Sago Nehru, frente a la aterradora mirada asesina de su enemigo, esos penetrantes ojos fríos que hacían que las personas temblaran de miedo. Era realmente justo como el mundo lo transmitió antes. Al igual que la mirada de quien aterrorizó al mundo entero, ¡la de la bestia de cuernos dorados!
Sago Nehru esbozó una sonrisa.
—Señor Luo, señor Luo Feng, todavía está vivo, esto es simplemente...
—Hay bastantes escoria en este mundo, pero para que alguien se hunda a tal nivel... —La mirada de Luo Feng era fría. Repentinamente, un ataque mental, uno indetectable a simple vista, atravesó la conciencia de Sago Nehru como un cuchillo, el mini planeta interior fue perforado justo como el tofu, desmoronándose.
¡Tumb! Los ojos de Sago Nehru se abrieron de par en par, se llenaron de miedo antes de que se derrumbara en el suelo.