El 14 de enero estaba destinado a ser un día alocado.
En los cinco continentes los humanos de la tierra sobrevivían mientras innumerables monstruos marinos avanzaban a través de los ríos. Debido a la distancia, la mayoría de ellos no había llegado a las ciudades centrales. Los monstruos de nivel emperador y los luchadores humanos nivel viajero estelar ya habían comenzado su más grande enfrentamiento. En cada país y en cada ciudad principal se transmitían sus batallas.
Cada batalla contenía las esperanzas de muchos. Todas las esperanzas de todos en la tierra causaron un aura sin forma. Esa aura hirviente de sangre causó que algunos luchadores representativos vacilantes se exaltaran y se levantaran para luchar.
¡Batallas! ¡Son siempre sangrientas!