—¿Para qué quieres su número de teléfono? —la voz de Venina se transmitió desde el reloj de comunicaciones tácticas.
—Date prisa, no pierdas el tiempo —instó Li Yao.
La voz de Venina tenía un poco de ira contenida cuando dijo: —Yao, es mejor que no pierdas el tiempo. Si quieres confirmar la posición de Luo Feng, debes hacerlo a través de mí. Incluso si puedes confirmar su ubicación marcando el número de Luo Feng, ¡Luo Feng podrá descubrir tu ubicación también! Y si lo llamas, aumentará sus sospechas —Venina no estaba sorprendida—Encontraré la forma de conseguirte su ubicación.
Li Yao frunció el ceño, sabía que su esposa tenía razón.
—Está bien, date prisa —instó Li Yao.
En la ciudad sede de París, en una gran sala, se abrieron tres computadoras portátiles al mismo tiempo, y dos hombres y una mujer estaban sentados frente a ellas. Venina estaba de pie a un lado y le ordenó: —Usa el número de la casa de Luo Feng para llamar a Luo Feng.
—Sí.