Los cinco maestros del universo ahí dentro eran extremadamente poderosos. Los tres del clan Ojo Divino compartían una mente y un corazón. Maestro Bicho Ciervo tenía un verdadero tesoro supremo que mantenía cerca. Maestra Liu Jiu era la más difícil de matar de todas las formas de vida tipo planta.
Luo Feng miró a Río Duan Dong, que estaba parado en el mismo lugar con los ojos cerrados. A pesar de que Luo Feng quería preguntarle algo, dejó de lado ese pensamiento No serviría de nada.
—Otro ha sido aniquilado —dijo de pronto Río Duan Dong—. Quedan tres.
El corazón de Luo Feng dio un salto. Este... este corredor de vida o muerte era demasiado peligroso. Esos maestros del universo que se atrevían a entrar a lo profundo del dominio interno, ¿qué tan impresionantes eran? Incluso si maestros supremos del universo pensaran en aniquilarlos, no serían tan rápidos, ¿no? En un abrir y cerrar de ojos dos más fueron aniquilados.
