Ciudad Ópalo
—Ese demonio se ha dado cuenta de nuestro plan —dijo un mago al ver a una figura rubia deslizarse a su lado en las calles.
La reconoció de inmediato. No la identificó por sus rasgos, sino por el aura que emanaba de su cuerpo.
—¡Síganla! —gritó el mago que estaba a su lado.
Entonces este grupo de magos comenzó a perseguir a la figura rubia. Al mismo tiempo, un mago del grupo activó una piedra rúnica que sostenía con fuerza en su mano. La piedra rúnica comenzó a brillar y a emitir poderosas fluctuaciones mágicas. Esta fluctuación era estable y regular. Se extendió por todo el distrito del mercado de Ciudad Ópalo, enviando un mensaje claro a todos los magos actualmente ubicados allí.
—El demonio está entre la calle Leiden y la montaña Altai; ¡iremos desde el sur!
—La salida norte también estará bloqueada.
—¡Activen la barrera; cierren las salidas!