Gladstone City, los barrios antiguos de la ciudad, el puesto MI3.
La paciencia de los asesinos Elfos Oscuros se había agotado. Su líder se escondió en silencio en el rellano de las escaleras que conducían al segundo piso, esperando que sus subordinados cayeran en su lugar.
Deberían haber lanzado su ataque principal hace media hora, pero inesperadamente, dos aliados de sus oponentes habían aparecido, prendiendo fuego a los edificios a su alrededor. Les había obligado a utilizar asesinos para apagar las llamas que se extendían rápidamente alrededor de la plaza de la fuente, desordenando sus planes. Pero ahora que el fuego había sido apagado, finalmente había llegado el momento de poner fin a la confrontación.
¡Ting, ting, ting!
El líder asesino Elfo Oscuro escuchó el distintivo choque de armas desde algún lugar fuera del edificio de piedra. Era la señal que habían acordado, señalando que los Elfos Oscuros ya estaban en su lugar.