En la playa.
En este mundo, si le entregas tu corazón a alguien, podrás sentir incluso sus movimientos más pequeños. Para Gretel, Link era ese alguien. En sus más de 2 000 años de vida, aparte de su madre que había fallecido, Link era la persona con la que estaba más familiarizada. Sintió a Link parpadear. Sacudiéndose ligeramente, entendió lo que Link significaba.
Se decía que esa frase bajaba la guardia del oponente. Su motivo ulterior era desatar una muerte fatal, mientras que el otro estaba relajado y escuchando sus palabras.
Las esquinas de los labios de Gretel se curvaron hacia arriba.
«Entendido».
Link también captó este pequeño movimiento. Sabía que Gretel entendía su motivo y comenzó a prepararse para actuar.
Thoreau no descubrió el intercambio secreto. Se sentía orgulloso de que Link complementara su varita.
—Usted no es ciego, al menos. Pero desafortunadamente…