Fuera del bosque donde se reunieron los Robles Sangrientos No-Muertos, Si Kongjian repentinamente se volteó y miró a la gente. Sin embargo, no dejó de correr. Optó por tomar la delantera en vez de caminar hacia atrás en su lugar.
Muchos de ellos se sentían extraños acerca de su movimiento. Sin embargo, Lin Huang y algunas de las personas sospecharon lo que iba a hacer a continuación.
—No son ni siquiera las siete de la mañana ahora. Quedan unas 26 horas hasta el final de la primera ronda de entrenamiento. Por lo tanto, la sesión de calentamiento de los últimos dos días está a punto de terminar. He decidido dejar que todos ustedes muestren sus verdaderas habilidades el último día. Veamos cuántos de ustedes realmente pueden aprobar mi entrenamiento. —Justo después de terminar de decir sus palabras, solo se podía ver una pequeña apertura en donde estaban los ojos de Si Kongjian. Luego se volteó y como una flecha volando de un arco, y se despegó.