Mientras tanto, en el salón de la secta Luotian, el líder de la secta, Duan Mu Rui, se sentaba en el asiento principal con preocupación. Había 24 humanos inmortales sentados en ambas filas a su lado, todos ellos exudaban un aura majestuosamente poderosa.
El grupo de humanos inmortales estaba discutiendo cómo debían manejar a los miembros de Dinastía arrestados. Como líder de la secta, Duan Mu Riu había estado escuchando en silencio. Se sentó con la espalda recta, sin atreverse a interrumpir desde el principio hasta el final.
Aunque él era el líder de la secta Luotian, entre las 24 personas que estaban presentes, su gran maestro clasificaba de último en antigüedad. La mayoría de ellos eran incluso grandes grandes maestros.
Cuando la gente estaba en la zona de discusión, un mensajero irrumpió en la sala de repente.
—Líder de secta, todos los patriarcas... ¡Hay una emergencia viniendo de la ciudad!
—¡Hablaremos de ello cuando la reunión haya terminado!
