Lin Huang encendió la barrera insonorizada en el cubículo de la biblioteca y atendió la llamada de Liu Ming.
Liu Ming parecía angustiado en la video llamada, pero se sintió aliviado tan pronto como vio a Lin Huang.
—Hermano, ¿dónde estás?
—Estoy en la biblioteca. ¿Estás en la universidad? —respondió e hizo una pregunta de la que ya sabía la respuesta.
—Sí, acabo de regresar en medio de la noche. Quería pasar más tiempo en mi viaje, pero recibí una notificación del Gobierno de la Unión, así que volví enseguida. ¿Estás bien? —preguntó a Lin Huang en preocupación.
—Estoy bien, pero no sé por qué el dormitorio ha sido destruido.
Lin Huang parecía indefenso, fingiendo que no tenía idea de lo que había sucedido.
—Bueno, yo sé algo acerca de eso...
Liu Ming se frotó la nariz ya que había sido testigo de cómo el dormitorio fue destruido.