Después de que los tres terminaron su café, Lin Huang fue al mostrador para pagar inmediatamente. Yi YeYu se aferró al brazo de Si Kongrou cuando regresó, y no podía evitar sentirse como una tercera rueda entre ellos.
—Hermana mayor, ya que tu nombre de familia es Si Kong, ¿estás relacionada con Si Kongjian? —pensó que el ambiente era incómodo, así que rompió el hielo mientras paseaban.
—¿Conoces a Xiao Jian? —miró fijamente a Lin Huang.
—Él era uno de los examinadores cuando estábamos entrenando en las ruinas.
—Oh, él es mi hermano. Mi primo hermano para ser exacto. Pero tengo más de diez primos hermanos, así que difícilmente nos hablamos entre nosotros —explicó.
—Lo supe cuando oí su nombre la última vez, pero no le pregunte.
Yi YeYu parecía como si lo tuviese todo resuelto.
—¿También asististe a ese entrenamiento? —preguntó con su ceja levantada.