El timbre sonó cuando Lin Huang terminó su desayuno, temprano en la mañana. Fue Tirano quien abrió la puerta, ya que Lin Huang estaba lavando los platos en la cocina.
—Eem, ¿Lin Huang vive aquí?
Leng YueXin se confundió cuando vio a Tirano en la puerta, pensando que había llegado la casa equivocada.
—Sí, por favor, entra.
Tirano dio un paso atrás, haciendo un gesto para que Leng YueXin entrara. Tirano había oído de Lin Huang que esperaban un invitado. Mirando a la mujer humana, estaba seguro de que ella era la visitante de la que estaba hablando Lin Huang.
Leng YueXin se quedó aturdida por un momento antes de entrar.
—Por favor, dame un minuto, estaré afuera pronto.
Lin Huang casi había terminado de limpiar la cocina cuando escuchó a los dos hablando. Leng YueXin miró a la cocina cuando oyó su voz.
—¿Estás lavando los platos? —preguntó Leng YueXin mientras veía a Lin Huang amontonando los platos.