Cuando el Lagarto Ardiente escapó, el Fénix de Fuego que estaba en el aire agitó sus alas y se sumergió en el océano de lava una vez más.
—¿¡Se escapó!? —Yi YeYu gritó en exasperación. Finalmente habían encontrado al Fénix de Fuego pero sólo lo presenciaron volviendo a la lava.
—No te preocupes, no debería estar huyendo. —Lin Huang negó con la cabeza, y agregó—: Con la característica del Fénix de Fuego, usualmente vuela lejos si quiere irse en vez de zambullirse en la lava. Podría estar capturando a los otros Lagartos Ardientes.
—Ahora que los dos han visto la habilidad del Fénix de Fuego, incluso un Largarto Ardiente doble mutado no pudo defenderse. Si tuviéramos que pelear, todos moriríamos. Tal vez deberíamos hacer un plan. —El comportamiento generalmente juguetón de Li Lang desaparecía durante los momentos críticos.