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Chapter 30 - Capítulo 30: El gusano no-muerto

Después de que Tirano dejara de correr, la arena rodó hacia él en sólo unos segundos. Una fuerte tormenta de arena revolvió el polvo y el monstruo de abajo intentó matar a Tirano, quien rebotó en el suelo y se retiró a unos 10 metros de distancia, esquivando el ataque.

Todos pudieron ver el objeto desconocido ahora. Era una criatura gigantesca que parecía una pitón. Su cuerpo tenía alrededor de 20 metros de largo, y estaba cubierto con escamas rojas como la sangre. Era mucho más alto que Tirano cuando erigió su cuerpo.

Sólo había una boca en su cabeza. ¡Ni siquiera tenía ojos!

Mirando a Tirano, abrió la boca un poco. Era visible que había muchos dientes afilados que se asemejaban a púas retorciéndose en su boca. Y ambas de sus expresiones faciales cambiaron cuando vieron las características del monstruo.

—¿¡Qué debemos hacer!? ¡Este es un gusano no-muerto! —chilló el gordito.

El gusano no-muerto estaba identificado como un tipo de demonio. Eran los depredadores más aterradores del desierto. Eran raros y la peor parte es que no tenían enemigos naturales en zonas como esta. Se aprovechaban de todas las criaturas del desierto.

Todos los demonios son viciosos cuando cazan comida; un gusano no-muerto no era diferente. Una vez que la presa estaba en su boca, las púas dentro de su boca se retorcían, aplastando y rebanando a la víctima. Se asemejaba a una picadora de carne.

Era un mito conocido que tenían una boca más pequeña dentro de su gran boca, que se encargaba de perforar la superficie hasta el cráneo de la criatura para así absorber su cerebro.

El gusano no-muerto delante de ellos tenía alrededor de 20 metros de largo. Al igual que Tirano, era de nivel hierro. Sin embargo, estos monstruos eran los enemigos de los monstruos de arena. Tendría una probabilidad mucho más alta de derrotar a Tirano.

Este fue también el monstruo que Lin Huang no deseaba encontrar. Sin embargo, se vio obligado a conquistar sus miedos ahora.

—No podemos escapar más de esto, ¡así que, a la mierda! —gritó Ling Huang, dirigiéndose al gordito, sin dejar mirar al gusano.

Lin Huang sabía exactamente cuál era la situación ahora.

El gusano no muerto erigió en posición vertical, pero no había lanzado un ataque. Mantuvo su enorme boca abierta, pareciendo una aberración que estaba retando a Lin Huang y los demás. Era como los depredadores miraban a sus presas.

El monstruo de arena obedeció el mandamiento de Lin Huang de no ser imprudente.

Lin Huang y el gordito no reaccionaron; estaban aturdidos.

Mirando al gusano no-muerto que aún tenía que desencadenar un ataque, Lin Huang hizo una conjetura y preguntó:

—¿Podría ser que este monstruo sólo ataca objetos en movimiento?

—Le preguntas a la persona equivocada. No he dominado la guía de monstruos. Fui capaz de reconocer a este monstruo porque lo he visto antes en las noticias —dijo el gordito, tragó saliva y continuó—la noticia era sobre un equipo de cazadores de reserva que se encontraron con el gusano no-muerto en el desierto. Un equipo de cinco fue asesinado por este monstruo en menos de 10 minutos. Cuando llegó el equipo de rescate de los cazadores de monstruos, el gusano no-muerto había mordido la mitad superior del último cazador de reserva.

—No hace falta que me cuentes el contenido de las noticias…

Su conversación duró un tiempo y el gusano no-muerto era todavía ignorante de su existencia.

—¿Por qué sigue moviéndose? ¿Nos encontramos con un falso gusano no-muerto? —preguntó el gordito preguntó, con la esperanza de que la respuesta fuera positiva.

—¿Hay algo en tu almacén que no vayas a usar?

—Déjame ver.

El gordito sabía lo que Lin Huang estaba pensando. En ese momento, el gusano no-muerto se movió y se abalanzó sobre el gordito.

—¡Demonios! ¡Viene a mí! —gritó el gordito, y su voz temblaba.

El cuerpo de Tirano era corto y usó esa ventaja para huir, evitando la muerte. El gordito no estaba al tanto de su entorno y quedó atrapado entre la acalorada batalla. Fue arrojado a través del aire y cayó al lado del gusano no-muerto, a unos 2 metros.

Parecía como si sintiera un revuelo alrededor, la boca del gusano inmediatamente se dirigió a la posición del gordito y lentamente caminó hacia él. Su boca se acercaba, y sentía que su corazón saldría de su cuerpo. Su mente repetidamente le dijo que huyera, pero su conciencia le advirtió que se quedara en su terreno porque si corría, ciertamente moriría.

—Gordo, no te muevas. ¡Voy a distraer al gusano! —dijo Lin Huang, mirando la boca del gusano no-muerto gradualmente moviéndose hacía el gordito. Estaban a menos de tres metros de distancia. Lin Huang sabía que el gordito sería asesinado si no se movía para distraerlo.

—¡Tirano, corre! —ordenó Lin Huang.

Cuando Tirano oyó esto, escapó y huyó del gusano no-muerto como una flecha que salía del arco. El gusano inmediatamente volvió la cabeza cuando notó que Tirano estaba tratando de escapar de él. Parecía que estaba apuntando a la dirección de Tirano. Luego lo persiguió a una velocidad más rápida.

El gordito se sintió aliviado cuando vio al gusano no-muerto cambiando su objetivo. Hubo un momento en el que realmente pensó que iba a morir. Sus piernas temblaban mientras se sentaba en la superficie de la arena. Entonces se dio cuenta de que estaba sudando y su cuerpo estaba mojado. No fue por el clima caluroso, sino por la ansiedad y el miedo.

Descansó por un tiempo, pero vaciló. Luego se levantó y corrió en la dirección de Tirano y el gusano no-muerto.

—Lin Huang, por favor, ¡no te mueras! Si sacrificas tu vida para salvarme, no hay manera de que te devuelva el favor en toda mi vida…—murmuró mientras corría.

En la arena dorada, el monstruo de arena gigante no dejó de correr, y un rastro de arena se podía ver detrás de él a medida que se acercaban el uno al otro. Justo cuando el gusano no-muerto se retorció a través de la arena y estaba a punto de saltar sobre TIrano, éste desapareció del suelo.

En las dunas muy lejos de ellos, Lin Huang sonrió. Tenía otra carta de monstruo verde con él ahora mismo. Hace unos minutos, antes de que el gusano pudiera alcanzar a Tirano, dejó a Lin Huang en las dunas cercanas. Luego dejó a Tirano para distraer al gusano no-muerto mientras observaba la distancia entre ellos en las dunas.

Cuando el gusano no muerto intentó alcanzar a carta, Lin Huang volvió a Tirano en una carta de monstruo que arruinó el plan del gusano. Se detuvo y siguió mirando a su alrededor buscando a Tirano.

Lin Huang estrelló la carta verde del monstruo y volvió a invocar a Tirano. Luego dijo:

—Vámonos. ¡Tenemos que volver y buscar al gordito!