—Ven aquí, Xiao Xuan —dijo Lin Huang señalando a Lin Xuan, quien caminó tranquilamente hacia Lin Huang.
—Dame tu mano —dijo Lin Huang mientras extendía su mano.
—Avísame cuando no te sientas cómodo, entonces me detendré.
Lin Xuan asintió con la cabeza y puso su pequeña mano en la palma de Lin Huang. Cuando las manos se tocaron, hubo un resplandor plateado proviniendo de la palma de Lin Huang, que luego entró en el cuerpo de Lin Xuan a través de su mano. La energía vital de Lin Huang tomó un paseo en el cuerpo de Lin Xuan; no había nada inusual y Lin Xuan no sintió ningún dolor o molestia.
Lin Huang vio como ninguna reacción venía de la energía vital en su cuerpo.
—Eso significa que él es una persona ordinaria...
Lin Huang no podía averiguar de dónde venían los talentos de Lin Xuan. Se dio cuenta de que hubo un ligero agotamiento de energía vital más tarde. Sin embargo, no se extendió en eso, ya que pensó que era normal.
