Stitch dejó escapar otro aullido de tristeza cuando dos de sus cabezas explotaron, sonando aún más desesperadas que antes.
Fuera del territorio secreto, el grupo de dioses celestiales estaba asombrado. Realmente querían saber qué le estaba haciendo exactamente Lin Huang a Stitch, pero no podían ver nada a través de la jaula de dagas voladoras telequinéticas. Solo podían usar su imaginación para completar lo que no podían ver.
—Este grito desgarrador claramente no parece que sea nada—.
—¿Qué diablos le hizo a Stitch para que chillara tan miserablemente?—
—¿Le metió algo por el ano a Stitch?—
—¡¿Stitch siquiera tiene ano ?!—
...
Con la destrucción de dos cabezas más, Stitch rápidamente mostró la pérdida de más habilidades.
Sus alas comenzaron a retraerse una tras otra, y su figura se desplomó al suelo. Solo unas pocas de sus alas aún conservaban sus habilidades defensivas, pero ya no podían batir ni volar.
