Poco después de que el Tapir Pesadilla habló, Lin Huang también sintió el aura del hombre bronceado. De hecho, era completamente diferente de antes.
Miró el sumidero con cautela, incapaz de entender lo que Qi Muxiong tenía en mente.
El aura del hombre bronceado pronto se estabilizó en el sumidero.
Mientras tanto, la dama de vestido negro y el joven delgado, que estaban luchando no muy lejos, se retiraron de la batalla de repente. Dejaron de pelear.
El Lince de Nueve Colas y el Destructivo Mamut Divino querían continuar, pero Lin Huang hizo que se detuvieran. Se retiraron de nuevo a él y dejaron de hacer hincapié en la batalla.
La dama del vestido negro y el hombre joven y hermoso se pararon donde estaban en silencio y se congelaron por completo. Ya no parecían estar vivos. En cambio, eran más como dos títeres que habían perdido a su marionetista.
Mientras tanto, un aura surgió desde lo profundo del sumidero.
