Después de derrotar al primer grupo de Guerreros Orcos de Sangre Caliente, Shi Feng tuvo una comprensión preliminar de su fuerza actual.
Ahora estaba seguro de lo que debía hacer y de lo lejos que debía ir.
Anteriormente, había elegido atraer al grupo con el menor número de Orcos como precaución. Mientras no atrajera a dos grupos a la vez, debía poder derrotar a un ejército de doscientos o trescientos Orcos. Con eso, sus posibilidades de obtener el Diseño de Forja de Piedras de Luz debían ser significativamente mayores.
—Realmente hay muchos objetos caídos —murmuró Shi Feng mientras tomaba el botín de los Guerreros Orcos.