—¡Emperador Zhao Feng, por favor perdónenos! —La expresión de la Diosa Tía Luna Santa cambió rápidamente, y el alma del Rey esqueleto dorado casi huyó del miedo.
—¿Intención del Emperador? ¿Cómo...? —La expresión del Rey del Dao Demoníaco estaba tan blanca como el papel. Las marcas de quemaduras ardían en su cuerpo, y parecía haber perdido su alma.
Zhuang Wan'er, no muy lejos, estaba completamente atónita. En solo un breve respiro o dos, la combinación original de tres Reyes se había derrumbado y se había rendido. Todo esto superó lo que Zhuang Wan'er pudo comprender. Al ver la expresión sin alma del Gran Dignatario y las expresiones de asombro y respeto de los otros dos Reyes, Zhuang Wan'er dudó de sus propios ojos. ¿Estos tres todavía eran los inalcanzables Reyes del Reino Dios del Vacío?