En el cielo sobre el océano ilimitado, un par de ojos negros miraban hacia abajo como si fueran el Dao Celestial, y contenían un remolino que parecía llegar al Mundo de la Muerte.
—Mirada... de... la…¡Muerte! —Una voz fría resonó en el océano. En este momento, el Ojo de la Muerte apareció y utilizó la técnica prohibida del Dao del Alma que era tan famosa en todo el Océano Cang.
Todo dentro de diez mil kilómetros, ya sean humanos, animales o bestias, fueron cubiertos por la sombra de la muerte, y empezaron a temblar con inquietud. Ellos eran incapaces de bloquear este poder. Era como si ello fuera el mismo Dao Celestial.
Era como un anciano muriendo de vejez; no podían detener los pasos de la muerte. La Intención de la Muerte era similar a la intención del tiempo. Ambos eran poderes que el Cielo y la Tierra no podían cambiar.