—¿La familia me está dando una orden de confinamiento? —preguntó Zhao Feng sintiendo que le habían lanzado un baldazo de agua fría.
Había tomado el primer lugar en la cumbre y recibió este tipo de trato, ¿en lugar de ser ovacionado como un héroe? Obviamente, no era un retardado, ¡las personas que se habían unido con la familia Qiu fueron las que murieron! El asesinato de esa noche estuvo planeado.
Qiu Mengyu lo invitó para que les diera tiempo con los preparativos, una vez que el plan tuviera éxito y Zhao Feng muriera cerca de su propia secta, ¿cómo reaccionaría la familia Zhao? Además, un genio muerto de una rama familiar secundaria no motivaría mucho al alto mando para encontrar al asesino.
—¡Relájate! —dijo el anciano profundamente—. Mientras esté vivo, no tienen pruebas para hacerte nada. ¡Me aseguraré de encontrar la verdad!
—Gracias por su preocupación, dignatario —dijo Zhao Feng sintiendo respeto y gratitud.