El tamaño de este barco era el doble que el del Barco Relámpago Azul, y tenía casi un centenar de piratas a bordo.
Encima de eso había tres Soberanos.
Uno de ellos era un hombre de plateado - el pirata que habló antes. Junto a él había una mujer con un velo negro sobre el rostro. Su par de ojos eran tan tranquilos como el agua.
Sin embargo, ninguno de ellos era el verdadero líder de los Piratas del Triángulo de Metal.
En la parte superior del barco estaba sentado un gran hombre de rostro púrpura, vestido con piel de bestia y que desprendía una sensación metálica. Un oxidado triángulo metálico colgaba de su cuello.
—¡Rodéenlos! —El hombre de rostro púrpura rio.
—Capitán Pirata del Triángulo de Metal, esta ballena fue asesinada por mí. Ya que estás aquí, puedes tener todo excepto la esencia de sangre del corazón —dijo el anciano de la camisa simple.