Era el atardecer, y la luz se reflejaba en el hielo cristalino y fascinante.
Había cuatro siluetas selladas en el hielo. Ninguna de ellas se movía.
La situación duró toda una hora.
*Sou Sou Sou~~~~*
Más de una docena de figuras volaron hacia ahí de repente.
—¡Viejo Su, mire~~~!
Un joven señaló hacia el hielo y exclamó.
Junto al joven había una belleza vestida de azul, tenía un aura elegante y tranquila.
—¡Hermano Zhao está en ese hielo!
La expresión de la mujer de azul cambió dramáticamente.
—Jin'er, ¡no te acerques demasiado!
Viejo Su detuvo al grupo.
Una frialdad escalofriante se emitía desde la pequeña montaña de hielo, y las frías ráfagas que soplaban dentro de un radio de un kilómetro eran como cuchillos afilados.
Aquellos bajo el Reino Espíritu Verdadero ni siquiera podrían acercarse al hielo, solo el frío bastaba para matarlos.