—Deberías saber que nadie en la Sagrada Reunión del Dragón Verdadero es tu rival.
Yu Tianhao no se rindió por las palabras de Xin Wuheng, sino que reveló una expresión sorprendida y solemne.
Tenía la sensación de que este hombre normal podía ver todo sobre él y por eso lo dijo.
—No tienes camino ni retirada, lucha o abandona la Ficha del Dragón Verdadero.
Yu Tianhao sonrió mientras aterrizaba en una piedra frente a Xin Wuheng.
¿Abandonar la Ficha del Dragón Verdadero?
Xin Wuheng suspiró en su corazón. Él no podía hacer eso.
La razón por la que participó en la Sagrada Reunión del Dragón Verdadero no era por la clasificación, sino por algo aún mejor, las herencias.
—No debo dejar pasar esta oportunidad de ingresar a la Herencia Legado de los Cielos, es mi oportunidad para ascender.
Los ojos de Xin Wuheng brillaron.
Su Ficha del Dragón Verdadero tenía un ligero destello dorado y actualmente estaba clasificado como décimo.