En el momento en que el equipo de seis del Dios Ancestral Demonio Profundo sacó seis autómatas, todos los demás presentes se desesperaron al instante. Además de Zhao Feng, los otros descendientes de linaje ocular no estaban en condiciones de lidiar con seis autómatas, ni siquiera teniendo en cuenta el hecho de que dos de los autómatas eran Dioses Ancestrales de Rango Ocho.
—¿Realmente estamos destinados a caer aquí? —La hermosa dama estaba extremadamente renuente. A pesar de que ella tenía un Cuerpo Inmortal del Samsara, era inútil contra el Dios Ancestral Demonio Profundo.
—¡Maldición! ¡No hay nada qué hacer! —Los otros tres también temblaban de miedo. Ahora estaban en peligro mortal.
—¡Estas personas definitivamente no son ordinarias! —Los ojos de Zhao Feng se oscurecieron.