Después de un período de tiempo, el grupo apareció frente a un edificio en ruinas que era tan alto como una montaña. La sola vista de este edificio destrozado y en ruinas fue suficiente para que imaginaran cuán vasto y grandioso era cuando todavía estaba completo.
El Dios Ancestral Extremo Negro los guio a una pequeña cueva que iba bajo tierra. Al principio, el camino era estrecho y las paredes estaban hechas de piedra metálica. Pero después de viajar un rato, las paredes estaban hechas de cristal gris.
—¡Estas ruinas podrían haber sido destruidas, pero las áreas bajo tierra lograron mantenerse bien conservadas! —Los ojos de la dama brillaron.