La aparición de la Raza Yao del Agua del Cielo le quitó a Zhao Feng y al Cuasi Dios Jian Feng todo su apetito. Después de probar algunos de los platos hechos de criaturas de las profundidades del mar, el grupo de Zhao Feng se fue.
—Todavía queda algo de tiempo hasta la Reunión Marcial de Gulong. ¿Qué planea hacer el Hermano Zhao? —preguntó el Cuasi Dios Jian Feng.
Él fue quien sugirió ir a la Torre de la Perla del Mar, sin saber que la gente de la Raza Yao del Agua del Cielo aparecería.
La Raza Yao del Agua del Cielo no se atrevió a hacerle nada a Zhao Feng en este momento, pero no había garantías una vez que terminara la reunión marcial.
—Planeo encontrar un lugar para quedarme y consolidar mi base —dijo Zhao Feng con una sonrisa.
La Reunión Marcial de Gulong no planteaba ninguna dificultad para Zhao Feng. Tenía confianza en derrotar incluso a la Cuasi Dios Tian Xue.