La Princesa Yun Mengxiang y Zhao Feng regresaron juntos. En el camino, la Princesa Yun Mengxiang estaba riendo y su actitud había cambiado dramáticamente.
Zhao Feng la miró extrañamente.
Desde que habían entrado en el Clan, ella había hecho que los demás bajaran la cabeza con su encanto, belleza e identidad. Ella no habría mirado a Zhao Feng más veces que a los demás, pero ahora era diferente.
La experiencia en ese momento hizo que la Princesa Yun Mengxiang se diera cuenta de que el joven frente a ella podría ser un genio que no podía pasar por alto. Parecía ver el surgimiento de un futuro prodigio, convirtiéndose en la nueva estrella del mundo de las píldoras.
Al ser la Princesa del País de la Nube, sus ojos superaban a los otros discípulos externos. Ella obviamente sabía lo que significaba un buen maestro de píldoras para el Clan.