—¡Humano, también puedes venir con nosotros al Reino Desolado Ancestral de los Dioses! –dijo el anciano con una leve sonrisa.
Al inspeccionar de cerca, se dio cuenta de que el aura de Origen Ancestral dentro del cuerpo de Zhao Feng era extremadamente rica. Zhao Feng tenía una base sólida y en realidad era un poco más fuerte que algunas personas del mismo nivel de cultivación en el Reino Desolado Ancestral de los Dioses. Desde su punto de vista, el único defecto de Zhao Feng era que su linaje era demasiado débil, pero Zhao Feng tenía un Cuerpo de Alma único que compensaba este defecto. Lo que le sorprendió aún más a este anciano de la Raza Espiritual fue que no podía ver a través del ojo de Zhao Feng.
—¿Qué…?
Aquellos al lado de Zhao Feng e incluso Zhao Feng estaban aturdidos.