Sean merecía su título de Maestro de Primeros Auxilios. Parecía que no era solo un herrero, sino también un médico.
Pronto completó el tratamiento de tobillo de Marvin.
Aunque Marvin todavía tenía que usar muletas para caminar, estimaba que se recuperaría en dos o tres días.
Esto ya era bastante bueno. El problema de ser herido era que a menudo no se estaba completamente curado y quedaban secuelas.
Y en este campo, se reveló el lado formidable de la organización de Caminantes Nocturnos.
Aunque solo quedaban dieciocho personas, como antiguo líder, Sean tenía muchas cosas buenas.
Incluyendo algunos pergaminos de hechizos divinos y algo de medicina secreta.
El valor de esas medicinas era muy alto, pero no dudó en usarlas con Marvin.
De sus acciones, se podría suponer que ya había decidido tomar a Marvin como su aprendiz.
Aprendiz, en verdad.
