Una fascinante llama salió del interminable Infierno. Todo el cielo del norte se vio dominado por esa aterradora llama. Debido a que la noche no había caído, las dos grandes Leyendas sólo podían colaborar para huir en pánico.
Desde la fortaleza del norte hasta la Primera Cordillera, Constantine y Sofía atravesaron dificultades y peligros. Un simple error resultaría en la muerte a manos del avatar del Archidiablo Molten. Pero no abandonaban la esperanza, porque O'brien había dado su vida para brindarles una oportunidad. No podían rendirse tan fácilmente.
Huyeron desde el Norte hacia el Sur. El Noreste Lejano ya había caído en manos enemigas. Las potencias con la habilidad de ofrecer resistencia al ArchidiabloMolten, se habían reunido en el agujero de la Primera Cordillera.
