Al Príncipe de las Sombras se le había acabado la paciencia. Desde que despertó, había tenido un sentimiento inminente de crisis. Al principio, pensó que era por la cantidad de Poder Divino que había robado, pero a medida que su poder aumentaba, ¡descubrió que la fuente de la crisis era en realidad Marvin! ¡Ese chico aún no había muerto! Aquello preocupaba enormemente a Glynos.
A decir verdad, él había estado continuamente soñando mientras vagaba por el Universo. Todos esos sueños parecían muy reales. Había tenido varias batallas feroces con Marvin, en las que siempre quedaban empatados, pero cada vez, ¡siempre!, al final del sueño, moría a manos de Marvin.
Podía ver su propia alma salir de su cuerpo mientras Marvin sacaba lentamente dos sangrientas dagas curvas de su cadáver. Su expresión era fría y relajada, como si estuviera haciendo algo completamente natural.