El Dios del Dragón Negro nunca imaginó que las cosas llegarían a este punto: ¡Se distrajo por un segundo y su plano fue invadido! Y lo peor era que, para encargarse de la invasión de la Bestia Astral, los Dioses esperaban en formación.
Marvin hizo su jugada en el momento preciso, pues el Dios del Dragón Negro no podía salvar a su propio plano.
—¿Cómo tiene tanta suerte? —pensaba el Dios del Dragón Negro con furia.
Al mismo tiempo, sentía gran preocupación, pues sólo tenía dos Planos Secundarios. Aunque Ala de Dragón Negro no era tan grande, era un plano que operaba de forma eficiente. Estableció el Imperio del Nacido de Dragón ahí, alimentando a incontables creyentes Nacidos de Dragón. Ese Mártir salió de Ala de Dragón Negro. Si el plano era destruido, o incluso lastimado… El Dios del Dragón Negro no lo soportaría. ¡Su Poder Divino sufrió un ataque sin precedentes! No podría soportar semejante pérdida en un punto tan crítico de la invasión de Feinan.