Una silueta parpadeaba a lo largo del intrincado camino que atravesaba una cueva sombría.
Estaba en extremo sur del Bajoscuro. Tras abandonar las Fortalezas Elevadas para dirigirse al sur, uno llegaría a la parte más remota del Bajoscuro. El terreno allí era aún más complicado, las cuevas eran más desordenadas y no había grandes espacios subterráneos como en el área central.
Gracias a sus recuerdos y al mapa incompleto de Cuervo, Marvin pudo abrirse paso rápidamente. Podía sentir que la tierra se humedecía gradualmente.
En el camino, conoció a varios Combatientes Elfos Oscuros, pero se mantuvo alejado de ellos. Estaba sacándole todo el jugo a su Vista Oscura. En aquella oscuridad tan absoluta, él era el verdadero rey.