—¡Detenla! —gritó ansiosamente el Hada.
Marvin estaba sorprendido. El Dragón Verde apareció muy rápido y la atención de Marvin había estado enfocada en la entrada transparente. No había tenido tiempo de reaccionar. En cuanto al Hada, no parecía ser muy poderosa y simplemente no tenía la fuerza para detener a Modana.
¡Fisss!
La silueta verde se apresuró cruzando la entrada transparente. El Hada cubrió su rostro con las manos mientras aullaba:
—¡Ha terminado! ¡Todo ha terminado! He fallado la tarea que el Señor Lance me ha asignado —anunció, muy deprimida.
Marvin no le prestó atención a sus quejas, en cambio, se concentró en los cambios de la puerta transparente. El llamado sello no evitó que Modana entrara. Su cuerpo pareció distorsionarse, lo que indicaba que adentro había un campo de fuerza bastante fuerte. Sin embargo, gracias a su tenaz cuerpo característico de las Razas Dracónicas, logró resistir.
