Era un salón negro como la noche. Si no fuera por Vista Oscura, Marvin jamás habría podido distinguir al Dragón Negro allí apostado. Utilizó Sigilo mientras se aferraba a Cielo Lloroso y se acercó lentamente. Había decidido esperar el momento oportuno y no actuar apresuradamente.
Aunque los Libros Mordedores no pudieran causarle mucho daño a Icarina, la cantidad que había era un incordio. Marvin se sentó a mirar mientras el Dragón Negro los cogía uno a uno y los hacía pedazos. No obstante, cogía las páginas que quedaban de los viejos libros. Al parecer no se había dado cuenta de la presencia de Marvin, lo cual era una gran ventaja.
Parece que va hacia la biblioteca. ¿Podría ser que la entrada al tercer piso esté conectada a la biblioteca?
El conocimiento actual de Marvin sobre toda esta situación era muy limitado, pero sabía que los Dragones Cromáticos se precipitarían definitivamente al tercer piso antes de entrar a la Frontera de la Pesadilla.