En la bifurcación, la situación era muy sutil.
La Engañadora y el Asesino eran como dos cuchillas afiladas que se detenían en mitad de un giro. La primera observaba atentamente la Piedra Arcoíris, mientras que el segundo observaba atentamente a Marvin.
Y Marvin estaba de pie solo delante de los dos. No solo tenía que tener cuidado con el Asesino, sino que también tenía que proteger a Musa y a los jóvenes venados.
Y tampoco podía dejar que la Engañadora tuviera éxito.
Después de todo, incluso si el objetivo de represalia era Ciudad Costa del Río, Valle Río Blanco también estaba cerca.
Si se abriera la Puerta del Desastre, ¿quién sabía cuántos inocentes estarían involucrados? El Valle Río Blanco definitivamente sufriría las repercusiones. Además, debido a su trato con Madeline, Ciudad Costa del Río ya era parte de su poder. Tenía que hacer todo lo posible para evitar que esto sucediera.
La clave era ganar algo de tiempo.